Método cuantitativo que consiste en probar dos variantes de un diseño para comparar su funcionamiento y performance.
Cuando las versiones de lo que se testean varían en pequeña proporción, por ejemplo distribución o diseño de los elementos, esta técnica por sí misma es suficiente. Cuando las versiones que se testean son conceptualmente diferentes, es importante apoyar esta técnica con pruebas de usabilidad o entrevistas cualitativas para entender los motivos de la performance de cada una.