Cada operación del usuario tiene un costo. El modelo KLM-GOMS permite realizar un análisis “paso a paso” de la interacción para identificar costos operativos y cuellos de botella.

La técnica KLM-GOMS mide el costo de operaciones físicas (como clickeo, tipeo y movimiento de la mano del mouse al teclado), y también el costo de operaciones cognitivas (percepción, decisión). El costo de estas operaciones está medido en segundos en base a tablas estándares.

El uso de KLM-GOMS permite diseñar interfaces más eficientes, especialmente cuando se trata de aplicaciones de uso intensivo y en donde la reducción de tiempos de operación es crítica.