Prueba de usabilidad y accesibilidad en vivo con Pablo Vázquez en el Día de la Usabilidad 2010
Prueba de usabilidad y accesibilidad en vivo con Pablo Vázquez en el Día de la Usabilidad 2010

Últimamente, muchas personas vienen están descubriendo —con cierto pánico– que la Ley Europea de Accesibilidad ya está por entrar en vigencia. Y de repente, se ven corriendo detrás de deadlines, tratando de “incorporar” accesibilidad a sus productos antes del 28 de junio.

Tal vez también lo hayan visto. Gente preocupada porque “ahora los sitios van a quedar todos iguales”, o porque “va a ser más difícil mantener la identidad de marca”. Como si la accesibilidad recién llegara – y nada menos que para arruinarles el diseño, que tan lindo les había quedado.

Es una reacción más común de lo que debería. Y es ahí donde se hace evidente: muchas de esas personas nunca estuvieron haciendo diseño UX.

Diseñaban pantallas. Interfaces. Look & feel. Cosas que su cliente aprobaba y pagaba. Pero no UX.

Porque no hay experiencia de usuario sin usuarios. Y eso siempre incluyó a todas las personas.

La deuda no es nueva. Es antigua. Y técnica.

El primer borrador de las WCAG (las pautas de accesibilidad para contenido web) es de 1999. Para la norma ISO 9241–210, que define formalmente la experiencia de usuario, un diseño que ignora la accesibilidad no puede considerarse que brinde una experiencia de usuario de calidad.

Esto no es una novedad. No es una moda. No es un nuevo desafío del diseño digital. Es una deuda profesional que muchas personas están descubriendo… ahora.

¿Cómo llegamos a esto?

Es buena parte, es el resultado de al menos 10 años de devaluación de la disciplina. Cuya última estación han sido los “cursos de UX” que omiten por completo la accesibilidad. Porque es “aburrida”. O sea que esos “cursos” no buscaban formar: buscaban entretener.

Escuelas piramidales en donde dan clase personas egresadas la semana anterior, sin haber tenido contacto con prácticas reales, proyectos complejos ni contextos diversos, sin poder transmitir lo que no conocen: experiencia, estándares, normas, historia, ni contexto.

Así, mucha gente fue llevada a creer que hacía UX… cuando en realidad hacía otra cosa. Y no es culpa de quienes quieren aprender. Es culpa de quienes se aprovecharon de su entusiasmo.

Mentoría para profesionales despiertos

Por suerte, cada vez más profesionales están despertando. Quieren hacer UX de verdad. Quieren entender qué significa diseñar para todos. Quieren mirar más allá de la pantalla.

Y eso es algo para celebrar.

Porque no se trata de cumplir con una norma, sino de diseñar con respeto, con criterio y con impacto real.

Muchos profesionales con experiencia estamos disponibles para ayudar, acompañar, enseñar, darles mentoría y ayudarles a resolver lo que sea que tengan entre manos. 

Y si están leyendo esto, es porque probablemente también estén entre quienes quieren hacer UX en serio. Entre quienes no están buscando atajos, sino profundidad.

Contar con el apoyo de más de 20 años de experiencia en accesibilidad, está a un clic de distancia.