La más notable es reconocer que no tenemos acceso directo a la realidad. Ello tiene implicaciones sumamente profundas, entre otras cosas, a la hora de gestionar proyectos.

Cuando “vemos un árbol”, en realidad estamos viendo un recorte y una traducción que nuestra mente hace de la realidad. Estamos viendo lo que entendemos que es ese árbol. Creemos que todos verán lo mismo. Pero personas que hayan estudiado bellas artes, jardinería o biología, “verán” cosas muy distintas.

Una mirada intuitiva dirá que el árbol surge de la tierra. Pero en realidad, la mayor parte de la masa del árbol surge… del aire. Sabemos que la madera del árbol está hecha de celulosa. Y que la celulosa está formada por el carbono que, gracias a la fotosíntesis, el árbol capturó del CO2 que nosotros, otros animales y la industria exhalamos.

Si es posible llegar a conclusiones erradas con algo en apariencia tan simple y cotidiano, ¿cómo podemos llegar a buenas conclusiones en algo tan complejo como gestionar software y comportamiento?

Gestionando percepciones

Nos formamos una imagen del mundo, que es nuestra y única. Y solemos operar hacia esa imagen como si fuera la realidad, pretendiendo que nuestras acciones nos traigan los resultados que esperamos. Pero los resultados no vienen de la imagen mental hacia la cual proyectamos. Vienen de la realidad, que es algo muy distinto. Y que es indiferente a nuestros esfuerzos por amoldarla a lo que nuestra mente puede manejar.

El estratega John Boyd comparaba a la mente con un sistema sometido a la segunda ley de la termodinámica: todo sistema cerrado tiende a la entropía, a un menor potencial para funcionar y tomar acción, a un mayor nivel de confusión y desorden. Para lograr impacto en la realidad, necesitamos mantener una mente abierta.

Establecer objetivos claros sobre qué resultado queremos (objetivos), cómo sabremos si lo hemos logrado (métricas), y observar, validar y aprender constantemente, resulta fundamental para lograr buenas decisiones y el éxito de todo lo que querramos emprender.

Nuestra percepción es nuestra, particular y única. Siempre dependerá de nuestros modelos mentales, de nuestro conocimiento previo, de nuestras distinciones. Todo es perfectible, y la percepción no es una excepción: no podemos lograr una percepción perfecta. Pero podemos tener la precaución de tratarla como lo que es: información sesgada, incompleta y parcial sobre el mundo en el que queremos intervenir… nunca un sustituto.

Conociendo los fundamentos de Experience Decision Making

Tomar decisiones, al igual que correr o respirar, es algo que todos somos capaces de hacer.

Pero de la misma manera en que buzos y deportistas profesionales estudian, entrenan y mejoran las funciones sobre las que se basa su actividad, quienes gestionamos, proyectamos y construimos experiencias, debemos entrenar nuestra capacidad de tomar mejores decisiones.

XDM eBook

XDM es un sistema de modelos y métodos para lograr mejores procesos de toma de decisiones en la industria de las experiencias. Nuestra primer edición, “Experience Decision Making en 30 minutos”, presenta los modelos y conceptos fundamentales.

Los invitamos a obtener el eBook y empezar a desenredar las conversaciones de sus proyectos.