Creemos que a diferencia de lo que puede darse para aspectos concretos y finales de cara al usuario (tales como lenguaje visual), en una disciplina más abstracta que trata las relaciones entre personas, tecnología y organizaciones, las tendencias se desarrollan necesariamente de manera más profunda y en plazos más largos. 

Al mapear los hitos de nuestra disciplina –tanto históricos como proyectados– contra una línea de tiempo y órdenes de complejidad, encontramos cómo los logros de los últimos 15 años, marcan la dirección en la que se darán los próximos:

  • En caso de la tecnología, hemos pasado de resolver adecuadamente una pantalla (interfaz), a resolver cuestiones propias de varias pantallas (flujos de operación), y luego los problemas de diseño a través de varios dispositivos. Hoy estamos empezando a abordar problemas que involucran varios canales y modos de atención; en un futuro, estaremos resolviendo problemas de ecosistemas de productos y servicios.
  • En caso de los negocios, hemos pasado del establecimiento de competencias técnicas de un individuo, al trabajo en equipo y luego la coordinación de múltiples equipos. Hoy estamos empezando a ver la incorporación de técnicas de diseño aplicadas a pensar las organizaciones mismas. En un futuro, estaremos resolviendo problemas en el ámbito de ecosistemas de organizaciones.

En los últimos 15 años, muchas cosas se han establecido como la base ya asentada y compartida en nuestra industria. Qué es Accesibilidad, por qué es importante y cómo llevarla a cabo; qué y cómo disponer en una pantalla; o cómo integrar usabilidad, diseño y desarrollo en metodologías ágiles, ya no son temas de exposición en conferencias de UX. Han pasado de ser áreas de discusión y exploración, a campos en el que hay suficientes referencias y estándares reconocidos. Esto no significa que estos temas hayan dejado de importarnos, pero sí que representan cada vez menos un desafío o diferencial, y cada vez más expectativas básicas respecto a la formación que debe tener un profesional de UX.

Para los próximos 15 años, creemos que la tecnología y los negocios tenderán a cada vez mayores órdenes de complejidad y abstracción, abriendo campos y nuevos desafíos a resolver por el diseño. A continuación, presentamos los cinco puntos más sobresalientes en nuestra visión del futuro de UX.

1. De Responsive, a Experiencias Omnichannel

Las experiencias se tornan cada vez más complejas, más fragmentadas y más fluidas. Como resultado, estaremos pasando de la arquitectura de información “clásica” a estrategias de contenido más dinámicas, de “funnels” lineales a espacios de interacción, y a centrar el diseño desde los momentos del usuario y sus puntos de contacto, tanto virtuales como presenciales.

El Customer Journey, así como nuevas formas que encontremos para mapear y entender estas situaciones, serán documentos cada más indispensables en el proceso de diseño.

2. De lograr Conversiones, a diseñar Relaciones

A medida que la experiencia se vuelve más compleja, fluida y menos lineal, resolver una transacción no es suficiente para ser relevantes. Surge la necesidad de generar relaciones, esto es, construir y cultivar un vínculo con los usuarios. Esto, a su vez, impulsará la aparición de nuevas técnicas y herramientas de relevamiento y validación, y de evaluación del valor de los negocios.

3. De Ejecución, a Estrategia y Gestión

UX está dejando de ser un función de diseño o técnica, para pasar a ser una función del negocio y gerencial. A medida que más organizaciones entienden que la experiencia de usuario es el resultado de las decisiones de todos los actores involucrados, UX pasa de proponer y desarrollar soluciones, a encuadrar cómo dirigir y gestionar a los equipos y a la organización.

4. De UX en gestión pública, a gestión pública centrada en el ciudadano

En los últimos años, han surgido iniciativas como gov.uk y 18F que finalmente, logran una expresión de la gestión pública centrada en el usuario.

El camino allanado no sólo será seguido por iniciativas en el resto del mundo, sino que a partir del 2020 aparecerán signos de transformación en las relaciones entre gobiernos y ciudadanos, y hasta en la definición misma de lo que es gestión pública.

5. De dispositivos a ecosistemas

Internet of Things, Wearables, Inteligencia Artificial y Big Data se muestran hoy, particularmente para el consumidor final, como soluciones buscando un problema.

Si se plantean como experimentos para “estar a la avanzada” sin una visión integradora de a qué futuro quieren llevarnos, es porque ese futuro no estará en la oferta de un dispositivo o marca en particular, sino en ecosistemas de dispositivos, para lo cual aún falta mucho por recorrer en lo técnico (estándares y solidez tecnológica) y en el paradigma económico (colaboración entre actores).

Cada artefacto que sumamos a nuestras vidas multiplica su complejidad con todos los que ya tenemos; hoy estamos llegando a un punto de saturación. La respuesta que nuestra industria tendrá que lograr para sobrevivir, es la integración de todos estos artefactos en experiencias consistentes.

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Por último, desde estas líneas les deseamos no sólo felices fiestas y próspero año nuevo… sino un excelente quindenio 🙂